Estreno 24 de abril
«25 KILATES«, ópera prima del director y guionista navarro Patxi Amezcua, protagonizada por Francesc Garrido («Pretextos«, «Teresa, el cuerpo de Cristo«) y Aida Folch («Las vidas de Celia«, «Fin de curso«). 
Previo a su estreno comercial el próximo viernes 24 de abril, 25 KILATES tiene previsto su participación en el festival de Cine de Málaga, inaugurando la sección ZonaZine, apartado dedicado al cine más arriesgado e independiente.
«25 KILATES» en un thriller radical y moderno rodado en castellano y catalán por una Barcelona desconocida y oscura. Acción, emoción, tensión y sorpresas se juntan en esta trama ingeniosa con personajes que malviven en la gran ciudad al margen de la ley y que esperan llevar a cabo el gran golpe que cambie por fin sus vidas.
Completan el reparto de 25 KILATES, Manuel Morón («Mataharis«, «La noche de los girasoles«), Joan Massotkleiner («Cándida«, «Hipnos«) y Héctor Colomé («Bienvenido a Farewell-Gutmann«, «Canciones de amor en Lolita’s Club«)
«25 Kilates» es la primera película coproducida por ICÓNICA («En la Ciudad sin Límites«, «Rencor«, «Ataque Verbal«) y OVIDEO («Smoking Room«, «En Construcción«, «Pretextos«), cuyas trayectorias coinciden en la firme apuesta por el cine independiente de calidad, en el que las primeras obras tienen un lugar predominante.
SINOPSIS: La gran ciudad, el hábitat perfecto para buscavidas, timadores, ladrones, matones, mafiosos y policías corruptos. ABEL es un tipo solitario que se dedica a cobrar deudas a morosos por métodos expeditivos. KAY, una jovencita que se dedica a robar coches y dar pequeños palos. Su padre, SEBAS, un perista metido siempre en líos, siempre con deudas, siempre timando a unos para saldar cuentas con otros. GARRO, un inspector de la brigada anti-atracos de dudosa honestidad. Unos atracadores kosovares. Unos matones mexicanos. Un sicario turco… Una variopinta fauna de delincuentes en la jungla de asfalto que es la gran ciudad… Todos hartos de la vida que llevan. Todos deseando dar el último golpe, el gran golpe… Una bolsa llena de joyas puede ser la solución.
